El Barcelona salió a la cancha con su esquema tradicional, únicamente sin Pique en la zaga central, en cambio estarían Puyol y Mascherano y en las bandas Adriano con Dani Alves. El Chelsea del recientemente nombrado Roberto Di Matteo salió planteando un equipo muy cauteloso, que se veía que iba a aguantar al Barcelona y de pronto encontrar en Drogba un contragolpe que saliera victorioso. Tal cuál estaba planteado el partido en las planillas se jugaron los noventa minutos. El Barcelona tuvo casi el 80% de posesión del balón y oportunidades increíbles en los pies de Cesc, Alexis, Pedro y Busquets (por nombrar las más claras) que en partidos como este es un crimen desperdiciarlas y que pagó el equipo de Guardiola en casa del Chelsea. El equipo inglés marcaba permanentemente, preciso y sin dejar errores o espacios que pudieran haber sido letales. Messi intentó encontrar un poco de su magia en las individualidades, pero el cerrojo azul estaba tan bien engranado que cada paso era como si se estrellará con una pared, y en mi opinión no tuvo el acompañamiento de otros partidos. El único gol del partido fue la última jugada del primer tiempo y comienza con Messi perdiendo el balón en la mitad de la cancha terminando en Drogba que queda solo frente al arco marcando el 1-0. De ahí en adelante, el resto del partido fue una sola repetición, los azulgrana no dejaban de atacar y de ser fieles a la esencia de su juego, a la creación, al adorno, al embellecimiento de cada uno de sus innumerables pases tratando de encontrar la llave que nunca encontró para desarmar un perfecto cerrojo creado por Roberto Di Matteo.
Admirar el juego del Barcelona, es admirar el esplendor del buen fútbol, pero no hay una regla de oro que diga que siempre merecerán ganar, pues la estrategia, la táctica y el conocimiento del rival se permiten jugar de igual forma y sobre todo ganar con el mismo merecimiento. Esta vez la fórmula del Pep Team no funcionó, se encontró con un equipo que estaba casi cementado en la cancha y que no sucumbió a la presión de no tener el balón y de verlo pasar decenas de veces antes de recuperarlo. Un Chelsea que aguantó y que en la sola oportunidad que tuvo marcó la diferencia y se llevó los primeros tres puntos, a diferencia de un Barcelona que quiso elaborar tanto, que ni siquiera las múltiples oportunidades que tuvo las concretó. Se viene encima un partido complicado en el Camp Nou y Guardiola deberá mostrar una estrategia alterna que sea mas categórica, una que pueda resolver este tipo de encuentros, pues la practicidad y la contundencia también ganan partidos.
Ana María, genial leer tus crónicas de fútbol, muy buenas. Y sí, yo no es que sepa mucho del tema pero tengo hermanos hombres y bueno, una termina enterándose hasta de lo que nunca creyó entender, y sino entendió pues mirá, puede venir a leerte y quedar enterada. Yo hoy iba por Chelsea porque le tengo un amor especial más al fútbol inglés que al español y también porque muchos ya estamos aburridos de ver jugar a los mismos por más monumentales que sean. Ver que le ganan a un poderoso siempre queda en la historia; sin embargo, falta el partido en Barcelona, sería un sueño si Chelsea saliera con algo, yo no soy tan optimista, tampoco hincha ferviente del Chelsea, seguro en casa los catalanes golean, de todas maneras por allá en el fondo tengo una esperanza vaga de que esta vez se hable más en inglés británico que lindo si es! :) Saludos!!!
ResponderEliminarDianita, me alegra much[isimo que te guste y espero lo sigas leyendoo!! =) . Como sabes el el deporte y en general el f[utbol es de muchas pasiones y de gustos, me parece una nota que te encant[e el ingl[es y tal cual lo dices nada est[a dicho hasta jugar los prox 90 minutos en Barcelona!!! un beso grande!
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